Desde el momento en que irrumpió en la escena del pop en 2008, Lady Gaga se convirtió en un foco de especulación pública. Cada centímetro de su persona – sus atuendos, sus letras, su anatomía – fue examinado por los fans, los críticos y los medios de comunicación por igual. Su impacto en la industria musical fue inmediato y su estilo extravagante y provocativo la convirtió en una figura polarizante. A medida que su carrera avanzaba, las expectativas sobre lo que haría a continuación solo aumentaban.
Pero a pesar de su éxito, Gaga también enfrentó críticas y dudas sobre su capacidad para mantenerse relevante en la industria. Cuando alguno de sus proyectos no alcanzó el mismo nivel de éxito que sus primeros trabajos, muchos declararon que su reinado como reina del pop había llegado a su fin.
Casi dos décadas después de su debut, Gaga todavía lucha por manejar el peso de esas expectativas. En una entrevista con Billboard, la cantante revela que siempre ha escuchado lo que la gente decía sobre ella y su música. “¿Se superará a sí misma? ¿Puede estar a la altura? ¿Necesita evolucionar más?” eran solo algunas de las preguntas que la rodeaban constantemente.
Pero cuando llegó el momento de crear su séptimo álbum de estudio, Gaga decidió dejar de lado todas esas expectativas y enfocarse en lo que realmente importaba: su arte. “Quitarme la presión me ayudó a valorar lo que realmente importa sobre mí como persona”, dice Gaga. “Cuando pones tu arte en primer lugar, y luego quitas las otras cosas… eso me dio mucha dignidad. Y no me había dado cuenta de cuánto lo anhelaba”.
El resultado de este enfoque es su nuevo álbum, Mayhem, que saldrá a la luz el viernes 7 de marzo a través de Interscope Records. A diferencia de sus trabajos anteriores, Mayhem no se preocupa por cumplir con las expectativas de los fans o de la industria. En cambio, juega con ellas y desafía las categorizaciones fáciles. Con temas que van desde el techno industrial estridente hasta las baladas emotivas, Mayhem es un caos controlado que refleja la personalidad y la creatividad de Gaga.
Este caos se estableció temprano en el proceso creativo del álbum, gracias al propio sentido de experimentación de Gaga en el estudio. Al comenzar a escribir y grabar su nuevo proyecto, la cantante se permitió explorar diferentes sonidos y temas sin preocuparse por encajar en un molde preestablecido. El resultado es un álbum que desafía las convenciones y se atreve a ser diferente.
En un panorama musical obsesionado con las “eras de los álbumes”, Mayhem se destaca por su falta de definición. Y eso es precisamente lo que Gaga quería lograr con este proyecto: un álbum que no se pueda reducir a una sola idea o género. Con Mayhem, Gaga demuestra una vez más que es una artista versátil y en constante evolución, y que su verdadero poder radica en su capacidad para sorprender y desafiar las expectativas.