GOIÂNIA, Brasil — A medida que la pandemia mundial se agravaba, el artista brasileño Alex Ronaldo veía cómo su carrera se desvanecía. Así que el veterano compositor ideó un negocio paralelo: tomó cientos de maquetas que recibía regularmente de aspirantes a artistas — la mayoría del género sertanejo, o country brasileño — y las puso en Spotify con nombres y artistas falsos, y carátulas falsas, todo creado desde su lujoso apartamento frente al mar.
En diciembre, tres años después de que pusiera en marcha su plan ilegal para ganar dinero, la fiscalía detuvo e imputó a Ronaldo Torres de Souza, que actúa bajo el seudónimo de Alex Ronaldo, en el primer procesamiento de una persona en Brasil por fraude en el streaming. El artista sertanejo confesó haber subido a Spotify más de 400 canciones de otros artistas con nombres falsos, lo que generó más de 28 millones de reproducciones falsas, utilizando inteligencia artificial como ayuda.
Las discográficas trasnacionales, a través de la asociación de música grabada de Brasil, Pro-Música Brasil, junto con el organismo antipiratería del país, la Associação Protetora de Direitos Intelectuais e Fonograficos (APDIF), colaboraron en lo que han denominado Operación Fuera de Tono. “En pocas palabras, la manipulación del streaming de esta naturaleza es un robo: roba directamente a los artistas y traiciona a los fans”, declaró Victoria Oakley, CEO de IFPI en Londres, en un comunicado la semana pasada.
Por más importante que parezca su arresto en Goiânia — el “Nashville de Brasil” — el caso resaltó para los ejecutivos de la música lo poco que se está haciendo para abordar un problema más grave que afecta a la industria brasileña: la compra de streams falsos por parte de artistas, managers y ejecutivos de sellos discográficos para impulsar a los artistas en las listas de Spotify.
Ejecutivos de la música brasileña afirmaron que la frenética competencia por dominar las listas de Spotify está llevando a los artistas a gastar decenas de miles de dólares en reproducciones falsas para canciones individuales — y que Spotify está haciendo poco, al menos desde su perspectiva, para detenerlo. “Todo aquí se compra y se paga”, dijo Gláucio Toledo, manager de música sertanejo, sobre el éxito en el streaming musical en Brasil. “Conozco a tres personas que se hicieron ricas vendiendo listas de reproducción falsas. Se ha convertido en una competencia injusta en el mundo digital”.
Otros observadores de la industria escuchan preocupaciones similares. “Brasil está en la mente de muchas personas en toda la industria, tanto grandes como pequeñas”, dice Morgan Hayduk, co-CEO y cofundador de Beatdapp, una empresa con sede en Vancouver especializada en la detección de fraudes en el streaming. “Cuando hablamos con titulares de derechos o con plataformas, siempre surgen preguntas sobre lo que ven en sus datos de Brasil”.
La situación en Brasil es especialmente preocupante debido a la creciente importancia del país en la industria de la música. Según un informe de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), Brasil fue el décimo mercado de música más grande del mundo en 2020, con un crecimiento del 15,4% en los ingresos de la música grabada. Además, el streaming representó el 86,5% de los ingresos totales de la industria en Brasil en 2020, lo que lo convierte en uno de los mercados más importantes para las plataformas de streaming.
Sin embargo, la falta de regulación y control en el mercado brasileño ha permitido que el fraude en el streaming se convierta en una práctica común. Según un informe de la APDIF, se estima que el 40% de las reproducciones en Spotify en Brasil son falsas, lo que equivale a millones de dólares en pérdidas para los artistas y sellos discográficos legítimos.
Además, la competencia desleal en el mercado del streaming ha llevado a una disminución en la calidad de la música producida en Brasil. Muchos artistas se ven obligados a invertir grandes sumas de dinero en reproducciones falsas para tener éxito en las listas de Spotify, en lugar de enfocarse en la calidad de su música y en construir una base de fans genuina.
La falta de acción por parte de Spotify para abordar el fraude en el streaming en Brasil también ha sido criticada por los ejecutivos de la música. Aunque la plataforma ha implementado medidas para detectar y eliminar reproducciones falsas, muchos afirman que no es suficiente y que se necesita una mayor colaboración entre las plataformas de streaming y las autoridades para combatir el problema.
En resumen, el caso de Alex Ronaldo en Brasil ha puesto en evidencia un problema más amplio en la industria de la música en el país: el fraude en el streaming. A medida que el mercado brasileño continúa creciendo en importancia, es crucial que se tomen medidas para abordar este problema y proteger a los artistas y sellos discográficos legítimos. De lo contrario, la calidad de la música y la integridad del mercado se verán gravemente afectadas.