El Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso estadounidense ha decidido inmortalizar otras dos canciones latinas: el himno de música ranchera “El Rey” de Vicente Fernández, y el éxito country bilingüe “Before the Next Teardrop Falls” de Freddy Fender. Ambas se unen a un selecto grupo de grabaciones reconocidas este año por ser “cultural, histórica o estéticamente significativas” para la vida estadounidense.
“El Rey,” del álbum El Ídolo de México (1973), es una de las canciones más icónicas de la música mexicana. Escrita por el compositor mexicano José Alfredo Jiménez en 1971, ganó aún más prominencia cuando Fernández grabó su icónica versión dos años después. Con temas majestuosos de resiliencia y orgullo, “El Rey” se ha convertido en un emblema del legado perdurable de Chente, incluso inspirando una bioserie de Netflix en 2022 con el mismo título, que celebra su vida y carrera.
El cantante de mariachi, quien falleció en 2021, sigue siendo una de las figuras musicales más celebradas de México, y su inclusión en el Registro Nacional de Grabaciones consolida aún más su legado inmortal. Con una carrera que abarcó más de cinco décadas, Vicente Fernández se convirtió en un ícono de la música ranchera y un símbolo de la cultura mexicana en todo el mundo. Su voz única y su estilo inconfundible lo llevaron a ser conocido como “El Rey de la Música Ranchera”, y su legado sigue vivo a través de sus canciones y su influencia en la música latina.
Por su parte, “Before the Next Teardrop Falls” de Freddy Fender es un testimonio de la habilidad del cantante estadounidense de ascendencia mexicana para unir culturas y géneros. El sencillo de 1975 —que incluye versos interpretados en inglés y español — rompió barreras en la industria musical al convertirse en un éxito crossover, alcanzando el puesto No. 1 en las listas Hot Country Songs y Billboard Hot 100. La emotiva interpretación de Fender y su entrega apasionada convirtieron la canción en un clásico, destacando el poder de las voces latinas en la música country, un género que sigue teniendo una representación limitada de artistas hispanos.
Freddy Fender, cuyo nombre real era Baldemar Huerta, nació en Texas en 1937 y creció en una familia de trabajadores migrantes mexicanos. A pesar de enfrentar discriminación y barreras en la industria musical, Fender logró alcanzar el éxito con su música, convirtiéndose en uno de los primeros artistas latinos en tener un impacto significativo en la música country. Su legado sigue vivo a través de sus canciones, que continúan siendo escuchadas y apreciadas por personas de todas las edades y orígenes.
La inclusión de estas dos canciones en el Registro Nacional de Grabaciones es un reconocimiento no solo a la importancia cultural y musical de Vicente Fernández y Freddy Fender, sino también a la influencia de la música latina en la sociedad estadounidense. A lo largo de la historia, la música latina ha tenido un impacto significativo en la cultura y la identidad de Estados Unidos, y su inclusión en el Registro es un reflejo de su importancia y relevancia en la vida de las personas.
Además de estas dos canciones, la lista de este año también incluye otras obras latinas, como “La Bamba” de Ritchie Valens, “La Bamba” de Los Lobos, “La Bamba” de Tito Puente y “La Bamba” de Trini Lopez. Estas canciones, junto con “El Rey” y “Before the Next Teardrop Falls”, son un testimonio de la diversidad y riqueza de la música latina y su impacto en la cultura estadounidense.
En cuanto a los artistas no latinos, la lista también incluye “Back to Black” de Amy Winehouse, “My Heart Will Go On” de Celine Dion, Goodbye Yellow Brick Road de Elton John, My Life de Mary J. Blige y el álbum del elenco del éxito de Broadway Hamilton: An American Musical. Cada una de estas obras ha dejado una huella indeleble en la historia de la música y ha sido reconocida por su importancia cultural y artística.
En resumen, la inclusión de “El Rey” y “Before the Next Teardrop Falls” en el Registro Nacional de Grabaciones es un homenaje a dos canciones icónicas y a los artistas que las crearon. También es un reconocimiento a la influencia de la música latina en la sociedad estadounidense y su capacidad para unir a las personas a través de las barreras culturales y lingüísticas. Estas canciones seguirán siendo escuchadas y apreciadas por generaciones venideras, y su inclusión en el Registro asegura que su legado perdurará para siempre.