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El Paisaje Protegido de los Barrancos de Gebas se encuentra en el centro mismo de Murcia, en la zona oeste de Sierra Espuña, y aunque su belleza atrae hoy a multitud de personas, hace aproximadamente seis millones de años se encontraba bajo el agua. Estas tierras, donde reina el paisaje desértico y rocoso, son conocidas como las badlands de la región, y se las compara constantemente con el territorio lunar.
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Entre los municipios de Alhama de Murcia y Librilla se encuentra un paisaje que parece salir de otro mundo, pero lo cierto es que no hay que ir tan lejos. Es en Sierra Espuña donde se encuentran los Barrancos de Gebas, un espacio semidesértico formado por cárcavas, cañones y barrancos que, en conjunto, dibujan una zona de gran interés geomorfológico.
Tanto su fauna como su flora son propias de las estepas, como gatos monteses y culebras herradura, y entre sus laderas, como gran contraste visual, se encuentra el embalse de Algeciras, haciendo brillar sus aguas en el centro del paisaje protegido desde 1995. Otra de las curiosas características de este Lugar de Interés Geológico es que está rodeado del frondoso bosque de la sierra donde se ubica, lo que suma a este rincón de Murcia aún más interés natural.
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Hace seis millones de años, antes de que se retirase el mar, los Barrancos de Gebas eran un fondo marino del cual sobresalían las islas de Sierra de Espuña, La Muela y el Cura. Cuando comenzó a secarse la zona, grandes cantidades de yeso y sal, gravas, arenas y arcillas se sedimentaron, y con la aridez, el drenaje de las lluvias comenzó a dibujar este paisaje tan especial.
La falta de cubierta vegetal de los Barrancos de Gebas hace que se le conozca popularmente como un paisaje lunar, algo que puede apreciarse fácilmente en el mirador que lleva su nombre. Las tierras arcillosas y margosas, erosionadas por el efecto del agua, se mezclan con los suelos halomorfos, consecuencia de los procesos de salinización de los fondos de los cauces.
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En una escapada a los Barrancos de Gebas no se debe dejar de visitar los pozos de nieve que se distribuían por la sierra para abastecer de hielo a los pueblos, además de practicar diversas rutas de senderismo por la zona. Una de ellas va hasta el embalse de Algeciras, y se alarga unos 15 km por la Senda de los Azagadores, de poca dificultad. Se parte de la Ermita de Gebas, pasando por el cementerio, el mirador y finalmente, el embalse, antes de seguir el camino por Casa Alta hasta el punto de salida, siendo así una ruta circular.
Por el camino, a pie o en bicicleta, se pueden avistar aves como garzas reales, además de observar la Rambla de Algeciras, un curso de agua llena de pozas y cañaverales. Existe otra ruta de unos 32 km para los más preparados. Y para aquellos que decidan conocer más a fondo la zona, el Centro de Visitantes y Gestión Ricardo Codorniú muestra los valores naturales y culturales tanto de los Barrancos de Gebas como de Sierra Espuña.
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